La práctica de actividades lúdicas y deportivas como aficionados, empleando el tiempo libre del que se dispone, exije de un ejercicio de previsión y prevención, que evite poner en peligro la seguridad personal, preservándose desde las consecuencias de accidentes que se puedan sufrir hasta las reclamaciones de las que se pudiera ser objeto a consecuencia de las acciones realizadas en su práctica.